Las negociaciones entre las autoridades venezolanas y colombianas, sobre el conflicto generado entre transportitsas por el cobro de peajes en la frontera binacional, colocó la pelota en territorio nacional.
El periódico colombiano La República indica que al término de una reunión celebrada el jueves en Cúcuta, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Fernando Araújo Perdomo, envió a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, una propuesta acordada con el Comité Binacional del Conflicto para ayudar a financiar las obras viales que se desarrollarán en el área metropolitana de Cúcuta y poder dar el pitazo final en este conflicto, que ya lleva más de 3 meses y once días continuos de cierre del paso fronterizo.
La versión de prensa destaca que Araújo aceptó correr las casetas de peaje de La Parada y El Escobal y ubicarlas más cerca a Cúcuta, creando una vía alterna libre de cobro, tal como lo plantearon en agosto pasado los transportadores y comerciantes del vecino país.
A objeto de compensar los impuestos que se dejarán de recaudar y garantizar la estabilidad financiera de la concesión vial, se diseñó una fórmula en donde intervendrá directamente el gobierno venezolano.
Así, se le solicitó al canciller Maduro que destrabe el convenio de venta de gasolina venezolana para Norte de Santander, firmado entre Pdvsa y Ecopetrol, y que reduzca el valor de venta del combustible, de manera tal que se pueda colocar una sobretasa a la gasolina que iría a financiar las obras viales.
Las versiones de prensa indican que se pidió que Venezuela venda 6,2 millones de galones de gasolina mensual a Norte de Santander.
Por su parte la publicación colombiana Portafolio, indicó que se prevé que los "pimpineros" se asociarán y legalizarán el negocio en la frontera. Vale decir, que las autoridades venezolanas restringieron la venta de gasolina en la zona para evitar el contrabando de combustibles.
Con la paralización del paso, la pimpina de gasolina de contrabando se incrementó a 32.000 pesos, lo cual generó que se reactivara la venta del combustible en las estaciones de Cúcuta. Es decir que el combustible venezolano, que se lleva a Colombia por contrabando, se encareció tres veces sobre su precio de mil bolívares por litro en Cúcuta.
Añaden las informaciones de los medios que también se pidió el suministro de productos asfálticos hechos en Venezuela, con un precio preferencial, para adelantar la construcción y reparación de la malla vial.
El periódico colombiano La República indica que al término de una reunión celebrada el jueves en Cúcuta, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Fernando Araújo Perdomo, envió a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, una propuesta acordada con el Comité Binacional del Conflicto para ayudar a financiar las obras viales que se desarrollarán en el área metropolitana de Cúcuta y poder dar el pitazo final en este conflicto, que ya lleva más de 3 meses y once días continuos de cierre del paso fronterizo.
La versión de prensa destaca que Araújo aceptó correr las casetas de peaje de La Parada y El Escobal y ubicarlas más cerca a Cúcuta, creando una vía alterna libre de cobro, tal como lo plantearon en agosto pasado los transportadores y comerciantes del vecino país.
A objeto de compensar los impuestos que se dejarán de recaudar y garantizar la estabilidad financiera de la concesión vial, se diseñó una fórmula en donde intervendrá directamente el gobierno venezolano.
Así, se le solicitó al canciller Maduro que destrabe el convenio de venta de gasolina venezolana para Norte de Santander, firmado entre Pdvsa y Ecopetrol, y que reduzca el valor de venta del combustible, de manera tal que se pueda colocar una sobretasa a la gasolina que iría a financiar las obras viales.
Las versiones de prensa indican que se pidió que Venezuela venda 6,2 millones de galones de gasolina mensual a Norte de Santander.
Por su parte la publicación colombiana Portafolio, indicó que se prevé que los "pimpineros" se asociarán y legalizarán el negocio en la frontera. Vale decir, que las autoridades venezolanas restringieron la venta de gasolina en la zona para evitar el contrabando de combustibles.
Con la paralización del paso, la pimpina de gasolina de contrabando se incrementó a 32.000 pesos, lo cual generó que se reactivara la venta del combustible en las estaciones de Cúcuta. Es decir que el combustible venezolano, que se lleva a Colombia por contrabando, se encareció tres veces sobre su precio de mil bolívares por litro en Cúcuta.
Añaden las informaciones de los medios que también se pidió el suministro de productos asfálticos hechos en Venezuela, con un precio preferencial, para adelantar la construcción y reparación de la malla vial.
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